Da el paso hacia la gobernación
• El Nuevo Dia
• 11 Oct 2015
• Gloria Ruiz Kuilan [email protected] Twitter: @gruizkuilan
La senadora aseguró que ya era el momento de que el PIP tuviera una mujer candidata a la gobernación.
La senadora independentista Maríade Lourdes Santiago dejó atrás el campo de las posibilidades y anunció que en las próximas elecciones aspirará a la gobernación, lo que la convertirá en la primera mujer en busca de esa posición en la historia del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). En entrevista con El Nuevo Día en la comodidad de su hogar, la líder pipiola dijo que para llegar a La Fortaleza en el 2017 apuesta a su credibilidad, su trabajo y el historial de su colectividad. Además de impulsar -mediante una asamblea de status- la independencia para Puerto Rico, Santiago propone cambios radicales en el país que incluyan la reestructuración de la deuda, una reforma contributiva en la que el norte sea la equidad y descarta -de antemano- el acogerse a una quiebra federal o criolla. También propone reformar las agencias de gobierno para que provean los servicios que reclama el pueblo, lo que podría implicar la salida de empleados que no sean eficientes, dijo. Buscará, igualmente, atender los problemas inmediatos del ciudadano en la educación y la salud. Indicó que la coyuntura histórica de Puerto Rico exige que se supere “el síndrome del elector maltratado” y se haga una buena selección de a quién se quiere en la gobernación.
¿Esperaba ser la próxima candidata
a la gobernación por el PIP? —Era mi interés ser la candidata del partido a la gobernación. Llevo dos términos en el Senado y creo que he logrado que el partido -como instituciónse involucre en asuntos más cerca de la cotidianidad de la gente. Es fundamental hablar del status y la razón de ser del PIP es lograr la independencia, pero también hay que hablar del tema de las escuelas públicas, del tema de los pequeños comerciantes y de la situación fiscal, obviamente. En muchos de estos temas es fundamental la acción del Ejecutivo. La inmensa mayoría de las cosas que la gente quisiera ver, no necesitan de legislación. No se necesita escribir una línea nueva sobre educación pública y aun así lograr unas transformaciones importantísimas, por un lado, y porque además yo creo que ya es el momento de que el PIP tenga una mujer en la Fortaleza”.
¿Cómo se visualiza en el cargo porque el país ya tuvo una gobernadora? —Ha tenido una gobernadora mujer, ha tenido muchos gobernadores hombres y ninguno ha hecho un buen papel en el puesto. Yo creo que ya no hay duda de que el elemento de los cromosomas no es determinante, pero sí hay un valor social de que un partido como el nuestro, que ha promovido los derechos de la mujer mucho antes de que se pusiera de moda, pues haya una mujer encabezando la papeleta. Además de la independencia para el país, ¿cuál es su oferta como candidata a la gobernación? —Naturalmente que son las dos cosas. Para nosotros el tema del status subyace a los temas esenciales del país. Hay que hablar de lo que es la raíz de los muchos problemas de Puerto Rico, pero también de las cosas que podemos empezar a hacer mañana. No tiene que cambiar el status para tener un mejor Departamento de Educación, por ejemplo. Creo que en Puerto Rico hay que reformular el servicio público partiendo de la rendición de cuentas, voluntad política para transformar los sistemas. Uno de los grandes problemas que tenemos, que te lo mencionan los populares y penepés -como si ellos no tuvieran nada que veres la profunda politización del sistema. Pero entonces, nadie se atreve a meter mano. Tienes personas con nombre y apellido en posiciones que no deben estar ahí, que es el caso de muchos de los espacios de supervisión intermedia en todas las agencias. No hay mecanismos de rendición de cuentas. Existen procesos disciplinarios, con reglamentación y no se siguen... En el tema del plan de salud del gobierno, creemos en el pagador único, que lo hemos dicho hace más de 20 años. La agricultura también me interesa. Hay una nueva generación de agricultores que tiene problemas en el acceso a terrenos y hay que ayudarlos al redirigir terrenos hacia la agricultura.
¿Cómo trabajará con la crisis fiscal? —Tiene que haber primero un desglose claro, diáfano de las condiciones fiscales del gobierno. Es esencialísimo. Tiene que haber una reestructuración del sistema contributivo y eso también lo estoy proponiendo desde enero de 2013. La carga contributiva en Puerto Rico está distribuida de forma desigual y aun cuando los señalamientos más conservadores -incluyendo el informe Krugger- toman nota de lo inadecuada que ha sido la política de privilegios corporativos, se sigue haciendo. Hemos insistido -por mucho tiempo- en eliminar la distinción entre corporaciones exentas y no exentas, y la negociación secreta inaccesible para el país de decretos de exención contributiva sin que tenga que documentarse el efecto real en la economía del país. El impuesto a las corporaciones foráneas consideramos hacerlo permanente y hemos hablado de duplicarla. Ahora es de un 4% (y vence en el 2017). De otra parte, la quiebra para mí está descartada. Con la deuda se hace una negociación como la que han tenido que hacer otros países, que no han tenido que entrar en un mecanismo de quiebra. La deuda va a tener que esperar, así de sencillo. La política tradicional ha insistido en cambiar las fichas sobre el tablero. Yo creo que hay que darle una patada al tablero y empezar un juego nuevo, rearreglar las fichas no va a funcionar. Nadie sensato y honesto puede decir que tiene la receta de siete pasos para garantizar la salud fiscal del país.
¿Qué le pediría al elector? —Hay que votar con el corazón, pensando en lo que uno aspira para el país y dónde es que razonablemente puede depositar esas esperanzas, Creo que la gente sabe que los que han tenido dos, tres, seis oportunidades y no lo ha hecho, no lo van a hacer nunca. La gente tiene que reconocer el inmenso poder que tiene en el voto. Queremos transformar el país, pues hay que fomentar ese cambio.
¿Y por qué votar por usted? —Porque tengo la credibilidad que no tiene ninguno de los otros candidatos. Tengo detrás de mí el historial de un partido que este año cumple 69 años de trabajo político, decente, limpio, solidario. Cuando he tenido que estar en la cárcel por Vieques, estuve en la cárcel. Cuando he tenido que estar en la calle con los maestros, con los papás de educación especial, he estado. Cuando he tenido que que estar en el hemiciclo peleando, siendo la única voz que representa los intereses del país, lo he hecho. ¿Cree que tiene posibilidades reales de prevalecer? —Yo tengo (las posibilidades) que tiene cualquier candidato porque cuáles son las posibilidades que ahora mismo hay para el país: Alejandro García Padilla, Pedro Pierluisi, Ricky Rosselló y María de Lourdes Santiago. Creo que el país tiene una noción muy clara de quién soy yo, de lo que he hecho, así que ahí está.