Turno a Favor al PS 1454 (Ayuda a las Cooperativas)
Hay una frase, a mi juicio muy sabia, que dice que “lo perfecto no puede ser enemigo de lo necesario” y me parece que este proyecto es un ejemplo dramático y complejo de esa máxima. Este no es un proyecto ideal. Este es un proyecto contra el cual se pueden esgrimir -y se han esgrimido- argumentos muy razonables de parte de personas que saben mucho sobre el tema. Pero la realidad pura y dura es que hoy el cooperativismo puertorriqueño se encuentra contra la espada y la pared; y el gobierno contribuyó a que se pusiera entre la espada y la pared. A través de gestiones muy prolijas para comentar aquí se indujo al sector cooperativo a adquirir una cantidad importante de obligaciones del ELA y hoy esas obligaciones apenas valen una fracción de lo que significaron originalmente como inversión. Como consecuencia, si este proyecto no se aprueba mañana se van a la quiebra treinta cooperativas en Puerto Rico.
Por cada cooperativa que cierre en nuestro país va a haber miles de personas privadas de acceso a la única fuente de crédito disponible para ellos y responsablemente no se puede permitir que esto pase. Pero, lo que quiero puntualizar es que esta es una medida de rescate inmediato. Esta no es una ocasión para celebrar, no es una concesión que se le hace a las cooperativas. Esto es un reconocimiento de la gravedad de la situación del país. Hoy se les está dando un respiro al sector cooperativista, pero es un respiro momentáneo que va a estar incompleta e incompleto estará la responsabilidad del Estado si no viene seguida de otras medidas que permita una estabilización que va más allá de la ficción contable que estamos creando en este momento, porque de lo que se trata la medida es permitir que los libros de las cooperativas no reflejen la pérdida de valor de sus acciones, de sus inversiones en el Estado y repito, sino lo hacemos le estamos cerrando las puertas a treinta cooperativas en el país. No es la medida ideal, no es lo que quisiéramos hacer pero es lo único posible en este momento.
A esta encrucijada no hemos llegado por obra de la Providencia, a esta encrucijada no llegamos de casualidad. Hay hombres y mujeres con nombres y apellidos, que son responsables de que el país esté donde está. Mi llamado hoy es a que no nos conformemos con lo que se puede llamar un acto de justicia. Se le puede ornamentar de mil maneras distintas pero no es otra cosa que una medida desesperada de una situación desesperada.
Yo voy a votar a favor de la medida pero insisto que esto es un paso mínimo en la dirección que tiene que seguir el país para proveer condiciones que permitan que nuestro capital se solidifique. A mí lo que pase con los buitres de Wall Street me tiene sin cuidado, como yo no soy estadounidense a mí no me importa la salud de las inversiones estadounidense hasta tanto no afecten a mi país. A mí me importa lo que pase con la Cooperativa de Adjuntas, la de Ponce, la de Isabela, eso es lo que a mí me importa… Si se van a la quiebra cuatro estadounidenses a mí no me quita el sueño, no son mis compatriotas, no son míos, no son mi sangre. A mí me importa la gente de aquí y las cooperativas representan lo más esforzado de los puertorriqueños.
Votaré a favor de la medida, con el llamado a que no sea la única iniciativa a favor del cooperativismo puertorriqueño.
Hay una frase, a mi juicio muy sabia, que dice que “lo perfecto no puede ser enemigo de lo necesario” y me parece que este proyecto es un ejemplo dramático y complejo de esa máxima. Este no es un proyecto ideal. Este es un proyecto contra el cual se pueden esgrimir -y se han esgrimido- argumentos muy razonables de parte de personas que saben mucho sobre el tema. Pero la realidad pura y dura es que hoy el cooperativismo puertorriqueño se encuentra contra la espada y la pared; y el gobierno contribuyó a que se pusiera entre la espada y la pared. A través de gestiones muy prolijas para comentar aquí se indujo al sector cooperativo a adquirir una cantidad importante de obligaciones del ELA y hoy esas obligaciones apenas valen una fracción de lo que significaron originalmente como inversión. Como consecuencia, si este proyecto no se aprueba mañana se van a la quiebra treinta cooperativas en Puerto Rico.
Por cada cooperativa que cierre en nuestro país va a haber miles de personas privadas de acceso a la única fuente de crédito disponible para ellos y responsablemente no se puede permitir que esto pase. Pero, lo que quiero puntualizar es que esta es una medida de rescate inmediato. Esta no es una ocasión para celebrar, no es una concesión que se le hace a las cooperativas. Esto es un reconocimiento de la gravedad de la situación del país. Hoy se les está dando un respiro al sector cooperativista, pero es un respiro momentáneo que va a estar incompleta e incompleto estará la responsabilidad del Estado si no viene seguida de otras medidas que permita una estabilización que va más allá de la ficción contable que estamos creando en este momento, porque de lo que se trata la medida es permitir que los libros de las cooperativas no reflejen la pérdida de valor de sus acciones, de sus inversiones en el Estado y repito, sino lo hacemos le estamos cerrando las puertas a treinta cooperativas en el país. No es la medida ideal, no es lo que quisiéramos hacer pero es lo único posible en este momento.
A esta encrucijada no hemos llegado por obra de la Providencia, a esta encrucijada no llegamos de casualidad. Hay hombres y mujeres con nombres y apellidos, que son responsables de que el país esté donde está. Mi llamado hoy es a que no nos conformemos con lo que se puede llamar un acto de justicia. Se le puede ornamentar de mil maneras distintas pero no es otra cosa que una medida desesperada de una situación desesperada.
Yo voy a votar a favor de la medida pero insisto que esto es un paso mínimo en la dirección que tiene que seguir el país para proveer condiciones que permitan que nuestro capital se solidifique. A mí lo que pase con los buitres de Wall Street me tiene sin cuidado, como yo no soy estadounidense a mí no me importa la salud de las inversiones estadounidense hasta tanto no afecten a mi país. A mí me importa lo que pase con la Cooperativa de Adjuntas, la de Ponce, la de Isabela, eso es lo que a mí me importa… Si se van a la quiebra cuatro estadounidenses a mí no me quita el sueño, no son mis compatriotas, no son míos, no son mi sangre. A mí me importa la gente de aquí y las cooperativas representan lo más esforzado de los puertorriqueños.
Votaré a favor de la medida, con el llamado a que no sea la única iniciativa a favor del cooperativismo puertorriqueño.