No hay huérfana más desamparada en nuestro país que la culpa. De pronto nadie es responsable y las palabras de todo el mundo para justificar esta infame transacción es que: “nosotros no tenemos la culpa pero hasta aquí es que tenemos que llegar”. Me parece que esa es una actitud irresponsable, deshonesta y demagógica. Porque si el país está dónde está hoy, no es por el simple transcurrir del tiempo, ni es que nos ha caído una maldición celestial. Estamos donde estamos por la combinación de corrupción e incompetencia de las administraciones que han gobernado nuestro país y por la incapacidad a la que nos obliga nuestra condición de inferioridad política que nos impide tomar las medidas imprescindibles para echar este país hacia adelante.
Una y otra administración ha llevado a este país en marcha forzada hacia la orilla del precipicio y ahora quieren que nosotros les asistamos empujándolo por el risco. Yo no se cómo alguien puede ver con optimismo y felicidad esta medida. De lo que se trata es de comprometer al país con una deuda que con toda probabilidad terminará siendo impagabale. Deuda sobre la cual aquí no se dice los detalles, en otro ejercicio más - de hecho - en lo que va de cuatrienio de abdicación del poder legislativo. Se le está entregando al Departamento de Hacienda, primero, la facultad absoluta de determinar en qué se van a utilizar los fondos, del abanico amplísimo para el cual se dispone en la medida. Y se permite además, que el Departamento de Hacienda a su único arbitrio sea quien determine los términos y condiciones en que se tomará este préstamo, que a grandes rasgos van como sigue. ¿Por qué es que estamos hablando de $2,700 millones y no de los $3,500 millones que se autorizan? Porque este tipo de transacción es lo que se conoce como una transacción a descuento. Nos vamos a obligar por la cantidad total pero solamente vamos a recibir una porción. Según explicó el Presidente del Banco Gubernamental, y creo que casi cito textualmente sus palabras: “porque la condiciones en las que estábamos los inversionistas tradicionales ya no están ahí y ahora estamos en manos de especuladores”. De eso es lo que se trata, de gente que va a adquirir esta deuda en unas condiciones inmensamente favorables para ellos, tremendamente perjudiciales para nosotros, para obtener una ganancia jugosísima cuando al cabo de dos años vendan una deuda que se va a emitir en unos términos que van a ir entre el 9% y el 12%. Yo quiero que recordemos que aquí se celebraron vistas cuando la AEE emitió bonos al 7% y se consideraba que eso era algo inaceptable, que era escandaloso. Pues ahora estamos entre el 9% y el 12%.
Una y otra administración ha llevado a este país en marcha forzada hacia la orilla del precipicio y ahora quieren que nosotros les asistamos empujándolo por el risco. Yo no se cómo alguien puede ver con optimismo y felicidad esta medida. De lo que se trata es de comprometer al país con una deuda que con toda probabilidad terminará siendo impagabale. Deuda sobre la cual aquí no se dice los detalles, en otro ejercicio más - de hecho - en lo que va de cuatrienio de abdicación del poder legislativo. Se le está entregando al Departamento de Hacienda, primero, la facultad absoluta de determinar en qué se van a utilizar los fondos, del abanico amplísimo para el cual se dispone en la medida. Y se permite además, que el Departamento de Hacienda a su único arbitrio sea quien determine los términos y condiciones en que se tomará este préstamo, que a grandes rasgos van como sigue. ¿Por qué es que estamos hablando de $2,700 millones y no de los $3,500 millones que se autorizan? Porque este tipo de transacción es lo que se conoce como una transacción a descuento. Nos vamos a obligar por la cantidad total pero solamente vamos a recibir una porción. Según explicó el Presidente del Banco Gubernamental, y creo que casi cito textualmente sus palabras: “porque la condiciones en las que estábamos los inversionistas tradicionales ya no están ahí y ahora estamos en manos de especuladores”. De eso es lo que se trata, de gente que va a adquirir esta deuda en unas condiciones inmensamente favorables para ellos, tremendamente perjudiciales para nosotros, para obtener una ganancia jugosísima cuando al cabo de dos años vendan una deuda que se va a emitir en unos términos que van a ir entre el 9% y el 12%. Yo quiero que recordemos que aquí se celebraron vistas cuando la AEE emitió bonos al 7% y se consideraba que eso era algo inaceptable, que era escandaloso. Pues ahora estamos entre el 9% y el 12%.