Turno en oposición al aumento del IVU
Hoy es un día aciago para nuestro país. Hoy es un mal día para Puerto Rico porque hoy es el día en que esta administración le declara la guerra, o mejor dicho, le asesta a traición la última estocada a la gente trabajadora y a la gente pobre del país exigiendo que los que menos tienen sean los responsables de salvar la brecha deficitaria que nos aqueja por un millón de razones ninguna de ellas adjudicables a las personas que de ahora en adelante van a ver incrementada su contribución a través del aumento al Impuesto de Valor y Uso y a través del gravamen a servicios que anteriormente no tributaban un centavo. Hoy en el Senado de Puerto Rico, después de tantas semanas de mentiras, de fraude, el reino de la incompetencia y la insensibilidad del Partido Popular está declarando su adhesión incondicional a los sectores privilegiados del país y añadiéndole más peso a la cruz que ya cargan los hombres y mujeres que se levantan todos los días para que sus hijos e hijas echen hacia adelante.
¿Cómo es que hemos llegado a este punto? La respuesta va a variar dependiendo del día y de la hora. Algunas veces los compañeros de la mayoría nos van a decir que no es el momento de echar culpas, como si esto fuera el resultado de una maldición que cayó de pronto a nuestra isla. Otros días nos van a decir que la culpa es de lo mucho que se tomó prestado en la pasada administración, como si ellos acabaran de aterrizar en el planeta. Pero lo cierto es que lo que está pasando hoy es lo único que previsiblemente podía pasar en Puerto Rico.
Durante décadas los proyectos de perpetuación de la colonia del Partido Popular y de promoción de la anexión del PNP se han fundado en el principio perverso de promover la dependencia y la pobreza. Es mejor que la gente no trabaje, es mejor que la gente no produzca. Y abonaron esa siembra con el cultivo rastrero al culto a los intereses extranjeros y con la entronización de la mediocridad en las posiciones más altas del gobierno. Así fue que llegamos al día de hoy, $73 mil millones en deuda pública que no podemos pagar, peligro inminente de descapitalización del Banco Gubernamental de Fomento, un descenso alarmante e imparable en los recaudos y un estado de virtual ingobernabilidad en unos de los países que exhibe una de las mayores brechas de desigualdad en el planeta. En muy pocas jurisdicciones de este mundo hay tanta diferencia entre los que tienen y los que no tienen como en nuestro país. La pregunta ante este escenario es cuál debe ser la salida ante una encrucijada tan compleja como ésta? Me parece que lo más sensato es buscar aquellos elementos que de forma paralela a los males mayores, los males de la falta de poderes, el colonialismo, la dependencia, esos otros males que mutilaron la capacidad de este país para allegar recaudos; males que advertimos hace mucho tiempo. Algunos de los compañeros que están aquí también estaban en el 2006, cuando se dio el cierre del gobierno, cuando se confabularon Populares y PNPs para crear el IVU, cuando estaba Luis Fortuño cabildeando de media noche con el Partido Popular para lograr a traición ese impuesto que hoy se pretende aumentar. Y de esas lluvias llegaron estos lodos. Hace tiempo, hace 15 años en este país aun en condiciones de limitado crecimiento económico, el Estado tenía la capacidad de recaudar el 11% de las riquezas que producimos, el 11% del Producto Interno Bruto, la riqueza que genera desde el colmadito de la esquina hasta las grandes compañías multinacionales. Hoy, con mayor necesidad de recursos, en una situación más difícil apenas recaudamos el 8%. Y esa reducción comenzó a gestarse aquí en la Asamblea Legislativa con la legislación de exenciones, privilegios, deducciones y créditos que aprobaron los rojos y los azules y que todavía al día de hoy en tiempos de crisis se sigue considerando. Hace dos semanas estaban pidiendo los compañeros del Partido Popular que le votáramos a favor de un crédito de $25 millones a la industria de la construcción. El socialismo para ricos: todos los recursos del Estado disponibles para la gente que más tiene mientras se le quita al que menos tiene. Esa legislación de privilegios, ese culto a los decretos de exención que se negocian en cuartos oscuros por personas con influencia en el PNP y en el PPD con contenido del cual nosotros no tenemos ningún acceso, han producido esta merma dramática en los recursos que nos pertenecen a todos y la elección del PPD, en estos momentos de crisis es dejar inalterados a esos sectores y hacer el vergonzoso papel de Robin Hood a la inversa, que le quita al pobre para darle al rico.
No es solamente que recaudemos una porción ínfima de lo que produce nuestro país, comparándolo con otros países a ustedes que les gusta tanto mirar hacia la jurisdicción del norte los Estados Unidos recogen un 25% del Producto Interno Bruto, Irlanda recauda cerca del 20%, Singapur recauda cerca del 18% y nosotros un magro 8%. Buena parte de ese dinero que se escapa, que debería contribuir al bienestar de todos, se van porque bajo las actuales estructuras de producción, en Puerto Rico el 38 % de la riqueza de nuestro país se va. Todos los años salen de aquí cerca de $33,600 millones para privilegiar a intereses extranjeros, una proporción mucho más alta que cualquier jurisdicción comparable con Puerto Rico. Ese es el modelo que ustedes promueven y ese es el modelo que ustedes prefieren no atacar aunque el precio tenga que ser que la gente que ya no puede más con el día a día tenga que multiplicar su contribución al país. El que diga que la única salida aquí en estas circunstancias es promover el aumento al IVU y la transición al IVA es gravar los servicios que no pagaban, el que diga eso aquí en este hemiciclo miente descaradamente y combina la mentira con la cobardía porque aquí lo que falta son las faldas y los pantalones en su sitio para exigirle responsabilidad a la gente que puede contribuir al país. Si no vale absolutamente nada el contrato que los empleados públicos firmaron para su retiro y se puede destrozar con el voto de ustedes el retiro de los empleados públicos ¿qué protección jurídica puede reclamar alguien bajo un decreto exención contributiva? En este país la cláusula contra el menoscabo de obligaciones contractuales no vale el papel en el que está escrito. Si existiera la voluntad esos decretos se revisaban, esas políticas se reformaban. Y no es que lo diga el Partido Independentista Puertorriqueño que por cierto, lo ha estado diciendo hace más de 30 años.
Es el informe que ustedes, los populares, pagaron en el Departamento de Hacienda a la corporación KPMG, el informe que no querían que el país viera y que hubo que ir a reclamar a los tribunales decía lo siguiente: "A modo de conclusión general, el remover los incentivos dentro del sistema contributivo promoverá una economía más eficiente. Como señaláramos antes, los incentivos contributivos son una manera velada de gasto público. Crean desigualdad en su impacto y distorsionan las decisiones del mercado. La pérdida de ingreso no se puede cuantificar adecuadamente y los beneficios no se pueden evaluar". Más específicamente (dice el Informe por el que ustedes pagaron con nuestro dinero) "debe examinarse la amplia interrogante de la forma y nivel del impuesto al consumo". Si era tan importante comisionar un estudio ¿porqué es que las recomendaciones son tan fácilmente descartables?. Son fácilmente descartables porque lo que se está decidiendo hoy no es simplemente un porciento de la tasa contributiva, no es simplemente cómo cambiamos dos o tres artículos del Código de Rentas Internas, lo que se está decidiendo hoy es cual de ustedes creen que es la función del Estado con relación al país que gobierna. Ustedes piensan que la función del Estado con relación al país que gobierna es hacer pagar a la gente que menos tienen.
¿Saben, por ejemplo, ustedes populares, qué van a poner a tributar de ahora en adelante? Yo he dedicado mucho esfuerzo durante este cuatrienio al tema de Educación Especial, es una de las poblaciones más marginadas y sufridas en este país y ahora el padre o la madre que quiera llevar un caso de Educación Especial tienen que tributar gracias a ustedes por el servicio que le preste un abogado. Y la madre que vaya en este país a llevar un pleito de alimento, porque su hijo no recibe una aportación de la otra persona responsable de su crianza, gracias a ustedes tiene que pagar. Yo no sé cuál fue el abogadito en el escritorio que les preparó esto, pero no hay tal cosa como honorarios contingentes en casos de alimentos, no los hay. Ustedes creen que la brecha presupuestaria se va a salvar haciendo pagar a los padres y madres que van a los tribunales a reclamar derechos de custodia y de visita a sus hijos o los que van a reclamar servicios de Educación Especial o los que van a reclamar que el Estado cumpla con una obligación constitucional; es que hay que tener un rollo de espinas en el corazón para pensar que esta es una manera sabia y adecuada de dirigir las finanzas de este país. Por eso hoy es realmente un mal día para este país. Hay otras formas de atender el problema de recaudos, hay otras formas de visualizar lo que nosotros podemos hacer con el poder que cada uno de nosotros ha recibido a través de los votos de las personas que confiaron en nosotros y ustedes han escogido de qué lado es que van a estar, del lado de los privilegiados, del lado del que les ha tomado el pelo y en contra de la gente buena, trabajadora y sacrificada de este país.
Yo no soy como ustedes, yo no voy a votar a favor de esta medida.
Hoy es un día aciago para nuestro país. Hoy es un mal día para Puerto Rico porque hoy es el día en que esta administración le declara la guerra, o mejor dicho, le asesta a traición la última estocada a la gente trabajadora y a la gente pobre del país exigiendo que los que menos tienen sean los responsables de salvar la brecha deficitaria que nos aqueja por un millón de razones ninguna de ellas adjudicables a las personas que de ahora en adelante van a ver incrementada su contribución a través del aumento al Impuesto de Valor y Uso y a través del gravamen a servicios que anteriormente no tributaban un centavo. Hoy en el Senado de Puerto Rico, después de tantas semanas de mentiras, de fraude, el reino de la incompetencia y la insensibilidad del Partido Popular está declarando su adhesión incondicional a los sectores privilegiados del país y añadiéndole más peso a la cruz que ya cargan los hombres y mujeres que se levantan todos los días para que sus hijos e hijas echen hacia adelante.
¿Cómo es que hemos llegado a este punto? La respuesta va a variar dependiendo del día y de la hora. Algunas veces los compañeros de la mayoría nos van a decir que no es el momento de echar culpas, como si esto fuera el resultado de una maldición que cayó de pronto a nuestra isla. Otros días nos van a decir que la culpa es de lo mucho que se tomó prestado en la pasada administración, como si ellos acabaran de aterrizar en el planeta. Pero lo cierto es que lo que está pasando hoy es lo único que previsiblemente podía pasar en Puerto Rico.
Durante décadas los proyectos de perpetuación de la colonia del Partido Popular y de promoción de la anexión del PNP se han fundado en el principio perverso de promover la dependencia y la pobreza. Es mejor que la gente no trabaje, es mejor que la gente no produzca. Y abonaron esa siembra con el cultivo rastrero al culto a los intereses extranjeros y con la entronización de la mediocridad en las posiciones más altas del gobierno. Así fue que llegamos al día de hoy, $73 mil millones en deuda pública que no podemos pagar, peligro inminente de descapitalización del Banco Gubernamental de Fomento, un descenso alarmante e imparable en los recaudos y un estado de virtual ingobernabilidad en unos de los países que exhibe una de las mayores brechas de desigualdad en el planeta. En muy pocas jurisdicciones de este mundo hay tanta diferencia entre los que tienen y los que no tienen como en nuestro país. La pregunta ante este escenario es cuál debe ser la salida ante una encrucijada tan compleja como ésta? Me parece que lo más sensato es buscar aquellos elementos que de forma paralela a los males mayores, los males de la falta de poderes, el colonialismo, la dependencia, esos otros males que mutilaron la capacidad de este país para allegar recaudos; males que advertimos hace mucho tiempo. Algunos de los compañeros que están aquí también estaban en el 2006, cuando se dio el cierre del gobierno, cuando se confabularon Populares y PNPs para crear el IVU, cuando estaba Luis Fortuño cabildeando de media noche con el Partido Popular para lograr a traición ese impuesto que hoy se pretende aumentar. Y de esas lluvias llegaron estos lodos. Hace tiempo, hace 15 años en este país aun en condiciones de limitado crecimiento económico, el Estado tenía la capacidad de recaudar el 11% de las riquezas que producimos, el 11% del Producto Interno Bruto, la riqueza que genera desde el colmadito de la esquina hasta las grandes compañías multinacionales. Hoy, con mayor necesidad de recursos, en una situación más difícil apenas recaudamos el 8%. Y esa reducción comenzó a gestarse aquí en la Asamblea Legislativa con la legislación de exenciones, privilegios, deducciones y créditos que aprobaron los rojos y los azules y que todavía al día de hoy en tiempos de crisis se sigue considerando. Hace dos semanas estaban pidiendo los compañeros del Partido Popular que le votáramos a favor de un crédito de $25 millones a la industria de la construcción. El socialismo para ricos: todos los recursos del Estado disponibles para la gente que más tiene mientras se le quita al que menos tiene. Esa legislación de privilegios, ese culto a los decretos de exención que se negocian en cuartos oscuros por personas con influencia en el PNP y en el PPD con contenido del cual nosotros no tenemos ningún acceso, han producido esta merma dramática en los recursos que nos pertenecen a todos y la elección del PPD, en estos momentos de crisis es dejar inalterados a esos sectores y hacer el vergonzoso papel de Robin Hood a la inversa, que le quita al pobre para darle al rico.
No es solamente que recaudemos una porción ínfima de lo que produce nuestro país, comparándolo con otros países a ustedes que les gusta tanto mirar hacia la jurisdicción del norte los Estados Unidos recogen un 25% del Producto Interno Bruto, Irlanda recauda cerca del 20%, Singapur recauda cerca del 18% y nosotros un magro 8%. Buena parte de ese dinero que se escapa, que debería contribuir al bienestar de todos, se van porque bajo las actuales estructuras de producción, en Puerto Rico el 38 % de la riqueza de nuestro país se va. Todos los años salen de aquí cerca de $33,600 millones para privilegiar a intereses extranjeros, una proporción mucho más alta que cualquier jurisdicción comparable con Puerto Rico. Ese es el modelo que ustedes promueven y ese es el modelo que ustedes prefieren no atacar aunque el precio tenga que ser que la gente que ya no puede más con el día a día tenga que multiplicar su contribución al país. El que diga que la única salida aquí en estas circunstancias es promover el aumento al IVU y la transición al IVA es gravar los servicios que no pagaban, el que diga eso aquí en este hemiciclo miente descaradamente y combina la mentira con la cobardía porque aquí lo que falta son las faldas y los pantalones en su sitio para exigirle responsabilidad a la gente que puede contribuir al país. Si no vale absolutamente nada el contrato que los empleados públicos firmaron para su retiro y se puede destrozar con el voto de ustedes el retiro de los empleados públicos ¿qué protección jurídica puede reclamar alguien bajo un decreto exención contributiva? En este país la cláusula contra el menoscabo de obligaciones contractuales no vale el papel en el que está escrito. Si existiera la voluntad esos decretos se revisaban, esas políticas se reformaban. Y no es que lo diga el Partido Independentista Puertorriqueño que por cierto, lo ha estado diciendo hace más de 30 años.
Es el informe que ustedes, los populares, pagaron en el Departamento de Hacienda a la corporación KPMG, el informe que no querían que el país viera y que hubo que ir a reclamar a los tribunales decía lo siguiente: "A modo de conclusión general, el remover los incentivos dentro del sistema contributivo promoverá una economía más eficiente. Como señaláramos antes, los incentivos contributivos son una manera velada de gasto público. Crean desigualdad en su impacto y distorsionan las decisiones del mercado. La pérdida de ingreso no se puede cuantificar adecuadamente y los beneficios no se pueden evaluar". Más específicamente (dice el Informe por el que ustedes pagaron con nuestro dinero) "debe examinarse la amplia interrogante de la forma y nivel del impuesto al consumo". Si era tan importante comisionar un estudio ¿porqué es que las recomendaciones son tan fácilmente descartables?. Son fácilmente descartables porque lo que se está decidiendo hoy no es simplemente un porciento de la tasa contributiva, no es simplemente cómo cambiamos dos o tres artículos del Código de Rentas Internas, lo que se está decidiendo hoy es cual de ustedes creen que es la función del Estado con relación al país que gobierna. Ustedes piensan que la función del Estado con relación al país que gobierna es hacer pagar a la gente que menos tienen.
¿Saben, por ejemplo, ustedes populares, qué van a poner a tributar de ahora en adelante? Yo he dedicado mucho esfuerzo durante este cuatrienio al tema de Educación Especial, es una de las poblaciones más marginadas y sufridas en este país y ahora el padre o la madre que quiera llevar un caso de Educación Especial tienen que tributar gracias a ustedes por el servicio que le preste un abogado. Y la madre que vaya en este país a llevar un pleito de alimento, porque su hijo no recibe una aportación de la otra persona responsable de su crianza, gracias a ustedes tiene que pagar. Yo no sé cuál fue el abogadito en el escritorio que les preparó esto, pero no hay tal cosa como honorarios contingentes en casos de alimentos, no los hay. Ustedes creen que la brecha presupuestaria se va a salvar haciendo pagar a los padres y madres que van a los tribunales a reclamar derechos de custodia y de visita a sus hijos o los que van a reclamar servicios de Educación Especial o los que van a reclamar que el Estado cumpla con una obligación constitucional; es que hay que tener un rollo de espinas en el corazón para pensar que esta es una manera sabia y adecuada de dirigir las finanzas de este país. Por eso hoy es realmente un mal día para este país. Hay otras formas de atender el problema de recaudos, hay otras formas de visualizar lo que nosotros podemos hacer con el poder que cada uno de nosotros ha recibido a través de los votos de las personas que confiaron en nosotros y ustedes han escogido de qué lado es que van a estar, del lado de los privilegiados, del lado del que les ha tomado el pelo y en contra de la gente buena, trabajadora y sacrificada de este país.
Yo no soy como ustedes, yo no voy a votar a favor de esta medida.