San Juan, Puerto Rico. 30 de abril de 2015.- La portavoz senatorial del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, emitió las siguientes expresiones ante la derrota en horas de la madrugada de hoy en la Cámara de Representantes del mal llamado proyecto de reforma contributiva:
"La derrota del proyecto de "reforma contributiva" demuestra tres cosas:
Primero, marca el colapso del liderato de Alejandro García Padilla. El voto en contra de seis representantes señala la diferencia más importante entre ejecutivo y legislativo en la política reciente y acusa la incapacidad del Gobernador de poner en marcha su agenda aun con su partido controlando la Cámara y el Senado.
En segundo lugar, demuestra el poder de movilización y cambio de la opinión pública: el rechazo al IVA provocó que los sectores más diversos, con distintos argumentos y estrategias, se lanzaran a la calle con un mismo reclamo.
Y finalmente, esta importante coyuntura abre la puerta para superar el debate pequeño entre porcientos y exclusiones. Al gobernador - que antes había hecho un llamado a los legisladores para que se comportaran como adultos- le llegó la hora de ponerse los pantalones largos e iniciar una nueva conversación, en la que no se excluya, como hasta ahora, el problema de fondo en esta crisis económica. Aún la reforma contributiva mejor diseñada, no atiende el hecho principal de que Puerto Rico es un país empobrecido por la dependencia, y que no podemos aspirar a progreso material con las manos atadas por un sistema de inferioridad política que no nos permite aprobar leyes que protejan nuestra producción, determinar cómo entran o salen mercancías al país, o negociar libremente con otras naciones.
Mal estaremos si la respuesta a esta situación se queda en poner par de parchos, como aumentar el IVU o modificar algún que otro elemento de la "reforma".
Hay que atender lo urgente -la necesidad de más recaudos- con medidas como el aumento y extensión de la contribución especial de las foráneas, pero también tiene que ser prioridad el examen honesto de la realidad del país, y del vínculo indisoluble entre economía y condición política".
"La derrota del proyecto de "reforma contributiva" demuestra tres cosas:
Primero, marca el colapso del liderato de Alejandro García Padilla. El voto en contra de seis representantes señala la diferencia más importante entre ejecutivo y legislativo en la política reciente y acusa la incapacidad del Gobernador de poner en marcha su agenda aun con su partido controlando la Cámara y el Senado.
En segundo lugar, demuestra el poder de movilización y cambio de la opinión pública: el rechazo al IVA provocó que los sectores más diversos, con distintos argumentos y estrategias, se lanzaran a la calle con un mismo reclamo.
Y finalmente, esta importante coyuntura abre la puerta para superar el debate pequeño entre porcientos y exclusiones. Al gobernador - que antes había hecho un llamado a los legisladores para que se comportaran como adultos- le llegó la hora de ponerse los pantalones largos e iniciar una nueva conversación, en la que no se excluya, como hasta ahora, el problema de fondo en esta crisis económica. Aún la reforma contributiva mejor diseñada, no atiende el hecho principal de que Puerto Rico es un país empobrecido por la dependencia, y que no podemos aspirar a progreso material con las manos atadas por un sistema de inferioridad política que no nos permite aprobar leyes que protejan nuestra producción, determinar cómo entran o salen mercancías al país, o negociar libremente con otras naciones.
Mal estaremos si la respuesta a esta situación se queda en poner par de parchos, como aumentar el IVU o modificar algún que otro elemento de la "reforma".
Hay que atender lo urgente -la necesidad de más recaudos- con medidas como el aumento y extensión de la contribución especial de las foráneas, pero también tiene que ser prioridad el examen honesto de la realidad del país, y del vínculo indisoluble entre economía y condición política".